Exterior

En la parte exterior del Refugio  encontramos  varias terrazas y porches donde poder empezar el día tomando un buen café matutino junto a los  primero rayos de sol o terminarlo cenando bajo las mágicas noches estrelladas de la isla de Menorca.

Una enorme cisterna picada en la piedra, un emblemático horno de leña, un majestuoso patio empedrado con la marcas de los carruajes que antaño lo fueron erosionando son algunas de las construcciones que se mantienen de la arquitectura  original y que permite al viajero echar la vista atrás e imaginar como era la vida rural en los predios menorquines en la antigüedad.

 

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